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Breve Historia de la Virgen de Lourdes

En Lourdes, Francia

El 11 de febrero de 1858, la pequeña Bernardita contemplaba en la Gruta de Lourdes (Francia) a quien se llamaría a sí misma la Inmaculada Concepción, la Virgen María.

Invitada por la misma Señora a concurrir en los días sucesivos, escuchó de sus labios palabras llenas de solicitud maternal hacia todos los hombres. Pocas y sencillas frases que reiteraban las enseñanzas de Jesús en su Evangelio; oración, conversión, promesas de vida…

La Madre de Dios y Madre nuestra nos llenaba de gozo con esta intervención, confirmada con hechos maravillosos que aún hoy se repiten.

La Iglesia aprobó el culto de Nuestra Señora Bajo la advocación de Lourdes.
 

 

Y en Alta Gracia

Para recordar entre nosotros tales sucesos se erigía en Alta Gracia (Córdoba) Argentina, una reproducción de la Gruta de Lourdes el 10 de septiembre de 1916.

El 2 de marzo de 1917, los Carmelitas Descalzos, Orden Religiosa consagrada a la Virgen María, se hacían cargo del Santuario y comenzaba la atención a una multitud, siempre creciente de Peregrinos.

Desde entonces, este rincón de las Sierras Cordobesas, se han convertido en un lugar privilegiado, desde donde la Virgen María prodiga su ayuda; a veces de modo interior e invisible; a veces también de forma extraordinaria.

El Santuario Nuestra Señora de Lourdes debe ser para todo ustedes – peregrinos y visitantes – ambiente de paz, oración y renovación; lugar de verdadero encuentro con Dios a través de su Santa Madre la Virgen María.

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